Esta semana les comparto un artículo muy interesante acerca de los beneficios de la música en los niños. Yo siempre he sabido que la música "despierta" el cerebro en los niños, les ayuda a ser más inteligentes, creativos, independientes, pero que mejor que leer de una persona experta en el tema.
Les dejo el artículo completo y espero que lo tomen en cuenta con sus hijos.
Ahh y eso si, esto no solo aplica a los niños, realmente a cualquier edad la música nos ayuda mucho, no solo en los puntos antes mencionados sino también en nuestras relaciones interpersonales, para relajarnos, como diversión, en fin nunca es tarde para aprender a ejecutar un instrumento musical. (y si se deciden a hacerlo en Mangandi Music Academy le tenemos las clases de guitarra justas para usted)
Ok, les dejo el artículo para que lo puedan leer.
GMjr
Beneficios de la música en los niños
El aprendizaje musical a edad temprana ha sido objeto de
estudio desde las diferentes disciplinas que lo comprometen, como la pedagogía,
la psicología y la música en sí misma. El ser humano, en sus distintas etapas
de formación y crecimiento, puede potenciar muchas habilidades que fortalecen
otras áreas de desarrollo.
La educación musical es para el niño un factor de formación
y de equilibrio del sistema nervioso, ya que cualquier movimiento adaptado a un
ritmo es el resultado de un complejo conjunto de actividades coordinadas.
Además, en estudios de muchos investigadores como J .P. Despins, se refleja
cómo la educación musical proporciona un desarrollo de ambos hemisferios
cerebrales, por lo cual se aconseja la integración de la enseñanza de la música
en la educación básica del niño. Dicho desarrollo consigue un aumento de las
capacidades cerebrales de la siguiente forma:
-Hemisferio Izquierdo: rige la percepción rítmica, control
motor, mecanismos de ejecución musical, el canto, aspectos técnicos musicales,
lógica y razonamiento, captación de lo denotativo, percepción lineal.
- Hemisferio Derecho: rige la percepción y ejecución
musical, creatividad artística y fantasía, captación de la entonación cantada,
percepción visual y auditiva, percepción melódica y del timbre, expresión
musical, apreciación musical.
No hemos de olvidar que la música es un arte, una ciencia y
una técnica, por lo que su práctica y ejecución nos va a favorecer un
desarrollo nervioso muy completo al comprender estas tres facetas tan
diferentes y complejas. El desarrollo de las posibilidades de nuestros
circuitos neuromusculares permite no sólo cultivar el sistema nervioso, sino
también los planos cognitivo, afectivo y psicomotor, especialmente al iniciarse
de manera temprana en los niños el contacto, vivencia y aprendizaje de la
música.
La educación músico- instrumental desarrolla el sentido del
ritmo, lo que incide en la formación física y motora del niño, proporcionándole
un mejor sentido del equilibrio, lateralidad y motricidad.
El desarrollo del oído no sólo sirve para el estudio de la
música, sino para el resto de su formación intelectual. El estudio de la música
y la disciplina y continuidad que presupone, así como el esfuerzo en la
consecución de una meta, el adiestramiento motriz, desarrollo del ritmo, además
de la educación auditiva, no son aspectos de utilidad estrictamente musical,
sino que producen un aspecto de transferencia a los demás aspectos
intelectuales, sensoriales y motrices. Por tanto, se puede afirmar que, cuanto
más temprano se establezca un contacto con la música, mayor oportunidad se
tiene de poder fortalecer otras dimensiones del ser humano, ya que permite
integrar los elementos musicales a nuestro mundo interno:
- Ritmo: corporalidad.
- Ritmo + melodía: mundo sensorial y afectivo.
- Ritmo + melodía + armonía: mundo sensorial, afectivo y
cognitivo.
Somos seres de vibración. Por tanto, la música compuesta de
vibración sonora incide directamente sobre nuestro ser. La música es vida. El
ser humano es la máxima expresión de la vida. Podemos usar la música como fin o
como medio para armonizar todas nuestras dimensiones.
Una buena orientación en el proceso enseñanza-aprendizaje de
la música en los niños contribuye a obtener los siguientes beneficios: aumento
y mejora de la capacidad de escucha, capacidad de concentración, capacidad de
abstracción, capacidad de expresión y del lenguaje, mejora de la autoestima,
criterio, responsabilidad, socialización, actitud creativa, motricidad,
disciplina y respeto.
La música, según los filósofos de la educación, contribuye
de forma importante al desarrollo de la personalidad de los niños, ya que
provoca un enriquecimiento estético y favorece el desarrollo del optimismo y
bienestar personal. La música afecta claramente al alma y es capaz de
devolverle el equilibrio perdido (según qué casos, evidentemente) gracias a
determinados sonidos y a la proporción matemática de sus ritmos. Éste es un
ejemplo y uno de los motivos por los que se cantan canciones de cuna a los
niños para que duerman.
La música tiene también un valor ético-social al facilitar
el dominio de uno mismo, la sensibilidad y el buen gusto que por el mimetismo
se proyecta a la sociedad. Por eso, es importante en los niños la práctica de
la música en grupo, la cual adquiere un gran valor educador al incidir en la
socialización, acercando a personas entre sí, tanto ejecutando como escuchando.
Favorece en el niño el respeto por los demás, flexibilidad y capacidad de
adaptación al grupo por el bien del conjunto.
Respecto al beneficio otorgado por la música en relación a
la autoestima del niño, es interesante señalar que la práctica musical
contribuye a la autoestima física y a que valore sus destrezas.
Igualmente, influye en su autoestima afectiva permitiéndole
actuar más seguro sobre sí mismo, ser más alegre, independiente, aceptar
desafíos, reconocer su valor personal y ser más tolerante frente a sus
limitaciones y frustraciones.
En cuanto a la autoestima social, el trabajo musical
fortalece el sentido del trabajo cooperativo, el respeto de sí mismo y de los
demás, la tolerancia con los errores de otros, la solidaridad y estar más
abierto a la crítica. Su autoestima académica es reforzada notablemente, ya
que, al realizar una actividad como la música, el niño se siente privilegiado
con sus capacidades, aprovecha más sus potencialidades, es más perseverante, se
esfuerza y tiene expectativas positivas para su futuro.
Con todo esto, se puede llegar a la conclusión de que la
educación musical en los niños reviste una gran importancia en la formación
integral y globalizadora de su persona e igualmente representa una ayuda en el
mejor rendimiento del resto de materias o asignaturas del escolar aportando madurez
para aprendizajes futuros.
Cristina Sampietro Román
Pianista, profesora de piano y
médico
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